Cuestiona el color de tu piel,
cuestiona el color de tus ojos,
cuestiona el país que te vio nacer,
cuestióname a mí, cuestiónate todo.
Cuestiona tu raza,
tu ideales y palabras,
Cuestiona tus pensamientos
y la apertura en tu mirada.
Cuestiona qué sientes cuando los medios se atreven
a ensuciar tu corazón con noticias tan crueles,
a dañar los sentimientos de sus fieles oyentes:
marionetas que solo asienten y, sin pensar, obedecen.
Telecinco, La Sexta, Antena 3 Noticias…
enfrían nuestra alma ya tan falta de energía.
Desvían nuestro foco ahuyentando la alegría
acostumbrándote a pensar lo dura que es la vida…
Levántate, responde y contribuye con tu semilla.
¡Desde el sofá no conseguirás más que hastío y calorías!
Pero los que manejan los hilos aún están más arriba,
y deciden lo que debes saber por la noche y por el día,
según sus intereses y adineradas expectativas,
camufladas bajo el nombre de política y economía,
acerca de un planeta que hoy va a la deriva…
¿Sabías que gran parte de nuestros impuestos
se destinan a explosivos y armamento?
Bazucas y bombas que destruyen cientos de pueblos
los estás pagando tú con tu esfuerzo y con tu sueldo.
¿Te han contado por la tele o por la radio todo esto?
Ya es hora de gritar: ‘Basta ya, ¡alto el fuego!’
Curioso que quienes nos envenenan con guerras son ellos,
mientras los colegios mendigan por unos cuantos euros
para invertir en la educación de los más pequeños,
para tener más profes, para crear más huertos…
… para seguir sembrando semillas de amor y respeto.
¿Durante cuánto tiempo has estado aletargado?
¿Qué piensas hacer? ¿Cuál será tu legado?
Cuestiónate si encajas en un mundo así de extraño
en el que la violencia y el daño se han normalizado.
Y si no encajas, estás de enhorabuena, amigo,
pues a crear un mundo nuevo tú has venido.
Decide qué ver y sentir, decide por ti mismo,
no dejes en manos de otros tu suerte y tu destino.
Despierta, ¡espabila! Que no te lo digan,
decide actuar, que si no te adormilas…
Y, si te duermes, no habrá buenas noticias.
Sé firme, sé fuerte, atrévete, confía…
Muchos ya creemos que la paz no es utopía.
Hoy te traigo una buena noticia: la esperanza no se pierde,
tú te la mereces ahora, mañana y para siempre,
y esta solo crece si tu fe se fortalece.
Hoy debemos hacer lo que nuestro corazón requiere:
una lucha pacífica sin armas que hieren.
Hoy la palabra tiene inmensos poderes
hablemos de paz y hagamos los deberes.
Hoy podemos entre todos unirnos, ser valientes
Y tú, ¿de verdad, te atreves?
