
Shhh… El silencio habla.
Es sabio, cual anciano de barba blanca. Escucha su palabra.
Shhh… Saboréalo… Huélelo … Tócalo… Míralo… de frente.
Shhh… El silencio, sin más, te envuelve.
Tiene algo que decirte,
y, si lo interrumpes, puede irse.
Él nunca insiste,
es discreto, casi… casi… invisible.
Y se marcha…
sin dejar rastro, sin dejar marca.
El silencio no existe sin el ruido,
el silencio impregna tus sentidos:
Huele a jabón, a talco, a limpio.
Sabe a mermelada, merengue y nata.
Mágico cual copo de nieve que cae en una playa.
El silencio tiene un tacto suave, fresco…
cual beso fugaz arrojado al viento.
El silencio susurra en voz tan baja
que solo se escucha en la profundidad de tu alma.
Es discreto y sensato,
se esconde tras tus manos,
lo puedes ver con los ojos cerrados.
El silencio reposa tras tu mirada en calma,
tu sonrisa serena, tu corazón al alba.
Shhhhhhhhhhhh…
El silencio habla.